sismo 8,2Un terremoto de 8,2 grados sacudió el norte de Chile -dejando al menos un saldo de cinco muertos- y disparó alertas de tsunami en varios países latinoamericanos del Pacífico.
 
Más de 900.000 personas fueron evacuadas el martes por la noche en las costas de Chile, de unos 4.329 kilómetros, aunque luego las autoridades del país restringieron la orden a las zonas más afectadas.
 
La minera estatal chilena Codelco, la mayor productora mundial de cobre, informó que debió evacuar una parte de sus instalaciones costeras, aunque de momento ninguna sufrió daños.
 
El sismo -que ocurrió a las 20H46 (23H46 GMT) del martes y duró dos minutos- estremeció las regiones chilenas de Arica, Iquique y Antofagasta, unos 1.800 km al norte de Santiago.
 
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, declaró a la región «zona de catástrofe» y aseguró que este miércoles viajará a los lugares afectados para supervisar las medidas adecuadas.
 
El epicentro del terremoto se ubicó en el mar, a unos 89 km al suroeste de Cuya, en Iquique, con una profundidad de 38,9 km, según el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile.
 
«Un balance total de los daños se dará cuando se puedan recorrer de día las zonas afectadas», dijo en un mensaje a la televisión.
 
El pánico se sintió inmediatamente. «Se reventaron las luces en las calles, la gente salió corriendo aterrada. Después del terremoto hubo varias réplicas», dijo a la AFP Verónica Castillo, habitante de la ciudad de Arica.
 
El ministro del Interior, Rodrigo Peñalillo, comunicó «el fallecimiento de cinco ciudadanos, cuatro hombres y una mujer, en Iquique y Alto Hospicio, por infarto y aplastamiento».
 
Las autoridades informaron de que la alerta de tsunami, que en un principio abarcaba todo Chile, se limita ahora las regiones de Arica e Iquique.
 
Honduras y Perú también emitieron alertas de tsunami. Nicaragua activó la vigilancia mientras que Ecuador decretó alerta roja en archipiélago de Galápagos, a 1.000 km del continente, y amarilla en la costa del país.
 
Bachelet tomó immediatamente esta vez la decisión de decretar zona de catástrofe y enviar a las Fuerzas Armadas a la zona afectada para hacerse cargo del orden y la seguridad, y evitar así posibles saqueos, como ocurrió tras el terremoto del 2010.
 
Ese año, Chile, el mayor productor de cobre del mundo, sufrió un sismo de 8,8 de magnitud y un tsunami en el centro-sur del país que dejó un saldo de más de 500 muertos, daños en infraestructura por unos 30.000 millones de dólares y escenas de caos con días de saqueos.
 
En esa ocasión, el gobierno de Bachelet, durante su primer mandato, descartó una alerta de tsunami por informes técnicos erróneos, tras lo cual, muchas personas regresaron a zonas bajas y fallecieron arrastradas por las olas.
 
De momento, hubo 17 réplicas menores y las autoridades advirtieron sobre otras «por varios días».
 
El terremoto «no ha liberado totalmente la energía, (acumulada en esta zona), quedan algunas zonas por activarse. Tenemos que estudiar bien la zona de ruptura», dijo Sergio Barrientos, Director Servicio Sismológico de la Universidad de Chile.
 
Las primeras olas del tsunami alcanzaron una altura máxima de 2,26 metros en la localidad de Pisagua, casi 2.000 km al norte de Santiago, mientras que en Iquique, la ola alcanzó el nivel de un metro, y no causó grandes daños. Se espera la llegada de más olas en las próximas horas.
 
El tsunami «no ha producido alta destrucción» por el momento, dijo Ricardo Toro, el director de Onemi.
 
Las prisas por evacuar a zonas más elevadas y seguras provocaron embotellamientos de vehículos, pero el proceso de evacuación se concretó sin mayores problemas.
 
El mar alcanzó la Gobernación Marítima de Iquique, un consultorio médico y la terminal de buses, informó el alcalde de la ciudad Jorge Soria.
 
El sismo causó daños en la torre de control del aeropuerto de Iquique, y los vuelos a las tres capitales del norte, Antofagasta, Iquique y Arica, fueron cancelados. También se registraron derrumbes en la carretera que conecta Iquique con el resto del país, y cortes de luz en Arica.
 
Sin embargo, los servicios básicos de comunicación y agua potable no sufrieron daños.
 
El ministro del Interior informó que unas 300 presas se fugaron de una cárcel en la ciudad de Iquique, en medio del terremoto. De ellas, 39 ya han sido encontradas.
 
Las Fuerzas Armadas fueron desplegadas en Iquique «como medida preventiva» para colaborar con la Policía en la captura de las reas, y se espera la llegada de un avión con 100 efectivos de Fuerzas especiales que reforzarán la seguridad de la ciudad ante posibles saqueos.
 
Chile es uno de los países más sísmicos del mundo, y hace años que los sismólogos advertían sobre un eventual sismo en la zona norte del país, debido a la acumulación de energía durante mucho tiempo que no se había liberado.
 
En las últimas semanas se había registrado una inusual seguidilla de fuertes sismos en la misma zona, que preocupó a los sismólogos.

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