turismo 2Estudio de la Universidad de Chile aborda esta temática tras el desarrollo de un proyecto aplicado en 4 Areas Silvestres Protegidas del país, 2 de ellas en La Araucanía: los parques nacionales Villarrica y Conguillío.
Por años se ha mantenido en discusión la sustentabilidad del turismo en las áreas silvestres protegidas (ASP) de nuestro país, situación que afecta a 101 unidades, distribuidas en 37 Parques Nacionales, 49 Reservas Nacionales y 15 Monumentos Naturales.
Nuestra región, no está ausente de ésta polémica en las 13 áreas Silvestres Protegidas Del Estado (ASP), administradas por CONAF. Cinco Parques Nacionales Nahuelbuta, Conguillio, Villarrica, Huerquehue y Tolhuaca. Seis Reservas Nacionales Malleco, Alto Bio Bio, Malalcahuello, China Muerta, Nalcas, Villarrica y Dos Monumentos Naturales Cerro Ñielol y Contulmo.
Estas áreas protegidas, que reciben anualmente más de 371.883 mil visitas, poseen senderos aptos para trekking, camping, pesca deportiva, expediciones en bote, cabalgatas y ciclismo, donde el turista puede disfrutar de hermosos paisajes, lagunas, flora y fauna únicos de la precordillera y cordillera de la zona.
La Corporación Nacional Forestal, se encarga de educar al público y de resguardar los ecosistemas en estas unidades, las cuales se pueden ver afectadas por algunas conductas irresponsables de quienes las visitan.
Mario Acuña, Director Regional de CONAF, señaló que “cada vez que un turista recorre un área protegida puede causar un impacto negativo. En consecuencia, la tarea de todas las instituciones ligadas al turismo es minimizar esas incidencias y asegurar que, a través de las estrategias de manejo, los impactos positivos tengan mayor peso que los negativos”.
Entre las acciones dañinas para la biodiversidad y recursos naturales, como el agua y el suelo, están el uso ilegal del fuego al interior de las ASP, como por ejemplo las 17 mil hectáreas destruidas en el incendio forestal del Parque Nacional Torres del Paine en 2011-2012. Todo ello por la irresponsabilidad de un turista israelí.
El mal manejo de los desechos en las zonas de camping, con la utilización de detergentes y la eliminación de basura, pueden contaminar y dañar gravemente los cursos de agua; así también la perturbación de la fauna, con cambios en su comportamiento que afecta su proceso reproductivo; la destrucción de la flora y la introducción de especies invasoras, tanto vegetales como animales, que no reconocen fronteras y que destruyen o desplazan a las especies propias de nuestro país.
Para enfrentar estas situaciones y con la finalidad de sensibilizar a la comunidad respecto a la importancia del medioambiente, CONAF cuenta con tres herramientas destinadas a crear conciencia. Estos instrumentos son: las cuentas públicas, la formación de Consejos Consultivos y la educación a través de charlas realizadas dentro y fuera de las unidades.
La contradicción que surge radica en que si la existencia y el incremento de público en las áreas silvestres protegidas son perjudiciales o si la visita se realiza de manera adecuada y siguiendo ciertos protocolos.
Esta disyuntiva es abordada en el proyecto Innova Corfo “Indicadores de sustentabilidad para el apoyo de negocios de turismo sustentable en áreas protegidas”, el cual es liderado por Carmen Luz de la Maza, ingeniera forestal de la Universidad de Chile, quien ha investigado este tema durante cuatro años.
El proyecto
La idea nace para apoyar los negocios turísticos que se desarrollan al interior de las áreas silvestres protegidas del Estado por medio de concesiones, generando indicadores de sustentabilidad destinados a respaldar el ecoturismo en estas zonas.
Este proyecto tomó cuatro áreas de estudio: el Parque Nacional Pan de Azúcar, situado en el sector costero de las regiones de Antofagasta y Atacama, con una visitación de 13.987 turistas al año; la Reserva Nacional Altos de Lircay, ubicada en la Región del Maule, con 10.954 visitantes; el Parque Nacional Villarrica, con 136.014, y el Parque Nacional Conguillío, con 81.739, ambos localizados en la Región de La Araucanía.
En la actualidad, muchas de las concesiones existentes no cumplen con los estándares de un turismo sustentable, de tal forma que diversas instituciones, entre ellas SERNATUR, han manifestado la extrema necesidad de contar con criterios e indicadores que permitan disminuir las brechas que impiden tener una actividad turística sustentable desde los puntos de vista ambiental, social y económico.
Es por este motivo que el proyecto busca conciliar estos aspectos, desarrollando criterios e indicadores para monitorear los impactos de los visitantes sobre el medio biofísico (principalmente fauna, flora, suelo y agua) de las áreas protegidas.
Además, pretende desarrollar variables de tipo sociocultural a fin de monitorear el impacto del ecoturismo originado por la existencia del área protegida sobre el medio social y la experiencia del visitante.
La idea final es tener la posibilidad de aplicar estos indicadores a la gestión de los negocios ecoturísticos en cuatro áreas protegidas pilotos y proponer “observatorios ambientales, sociales y económicos” para ellas.
Carmen Luz de La Maza, directora del proyecto, señaló que “por mi experiencia de más de 30 años en el manejo de áreas silvestres, llegué a la conclusión de que no existen y no se cumplen con los estándares para un turismo sustentable. Con la creación de estos indicadores, esperamos que se puedan disminuir las brechas que hacen que la actividad  turística sea insostenible desde los puntos de vista ambiental, social y económico”.
En tanto, Gina Michea, Analista Área Calidad de Atención, de la Gerencia de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF, valoró la realización y materialización de este proyecto, afirmando que “en relación a los indicadores de sustentabilidad para apoyar el ecoturismo en áreas protegidas, planteados por Carmen Luz de la Maza, parece ser muy interesante, y en específico aquellos indicadores para monitorear la calidad de la experiencia del visitante. Están en la línea que CONAF ha venido trabajando sistemáticamente durante la última década y vendría a complementar las evaluaciones periódicas que se realizan en  las encuestas anuales aplicadas a los visitantes”.
Evaluaciones
CONAF trabaja y evalúa la satisfacción de los visitantes en relación a los servicios que se ofrecen en las ASP desde el año 2002, en los cuales se mide la gestión de uso público desarrollada en las unidades. Hoy es el único indicador de calidad de la institución, mediante los cuales los usuarios externos (visitantes) califican los servicios ofrecidos por la Corporación.
Esta medición ha sido muy importante para caracterizar el tipo de visitante que ingresa a cada área, identificar las necesidades y expectativas que tenían antes de ingresar a las ASP y, por supuesto, la evaluación anual.
En la actualidad, se evalúan 20 ASP, las que concentran alrededor del 64 % de la visitación del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE). Se miden distintas variables que determinan la satisfacción en los accesos, atención del personal de guardaparques, infraestructura (señalética, servicios de campismo, zona de merienda, sanitarios, caminos, entre otros), actividades educativas y recreativas, e incluso se estudian los servicios que dan terceros en la zona aledaña, esto último con el propósito de coordinar acciones que mejoren la satisfacción del visitante en todo su viaje.
Es decir, 8 de cada 10 visitantes consideran su experiencia en los parques nacionales como satisfactoria y evalúan muy bien la calidad de los servicios turísticos e infraestructura, servicios en las porterías de acceso, personal de guardaparques, desarrollo de actividades educativas y recreativas.
Si bien falta mucho por hacer en ecoturismo, existe información para orientar el trabajo hacia un turismo sustentable. Como para seguir pensando en que es posible que el cuidado del medio ambiente y el turismo puedan avanzar de la mano.

Facebook Comments